Educación
En instituciones como LEKGS se implementa en su pensum académico, un programa de formación e inmersión al inglés, con el que buscan que estudiantes, docentes y padres de familia pierdan el miedo a este idioma, ganen confianza comunicativa y conozcan otras culturas.
Gloria Patricia Gómez, rectora de la institución, señala que si bien es cierto que los niños tienen el cerebro más preparado que los adultos para aprender idiomas de una forma natural, a través del método educativo en la institución tratan de potenciar y acelerar el proceso a través del juego:
Hasta los 7 años de edad los niños pueden aprender cualquier otro idioma como si fuese su lengua materna y eso es algo que según los docentes del Little, debe ser aprovechado para lograr el nivel de fluidez de los hablantes nativos.
Según indica la evidencia, a medida que las personas avanzan a la edad adulta, se les hace más difícil aprender un idioma que no sea su lengua materna:
Una educación bilingüe puede aportar grandes beneficios a los niños, no solo a nivel educativo, sino también en su desarrollo intelectual y emocional en temas como capacidad de comunicación, flexibilidad y creatividad, habilidades para la resolución de problemas, desarrollo cognitivo, rapidez mental, concentración y atención selectiva, apertura al aprendizaje.
El inglés ocupa el tercer lugar entre los idiomas nativos más extendidos en el mundo, después del español y el mandarín