Hace 11 años, precisamente en el mes de mayo, Mónica Andrea Carrasquilla se convirtió en mamá, una experiencia que llegó acompañada de mucha felicidad, uno que otro cambio, algunas lágrimas y cantidad de sueños. Hoy, mientras ve crecer a su hijo, manifiesta sentirse orgullosa de Pablo Andrés, un niño noble y juicioso, y muy a gusto con su papel de mamá, un rol que desempeña con valentía y que sigue perfeccionando a diario.
Una mamá compinche, que lo impulsa a superarse y a trabajar en sus pasiones, que lo acompaña mientras crece en cada nueva aventura.